Hace ya un tiempo, en diciembre del año pasado, tuve un percance con mi móvil.
Iba yo conduciendo en mi coche deportivo de tres puertas, negro, elegante, joven (sólo 20 años tiene), con el GoogleMaps marcando camino hacia Iparralde cuando el móvil empezó a decir que se le acababa la batería y que iba a pasar a ahorro ultra; el móvil, no el coche, que es de tecnología punta pero no tanto.
Me lancé a buscar el cable del cargador del mechero del coche y según lo enchufé el móvil tuvo directamente un ataque epiléptico. Saltaban pantallas que hacían saltar otras pantallas, y encima no me dejaban ver ni oír el camino y casi me meto una leche a la altura de Usurbil intentando parar aquella locura.
Todo se resolvió parando en el arcén y desconectando el cargador del coche. Ahí sí que pude reiniciar el bicho poseído. Miré el camino sin pestañear varias veces deseando fervientemente tener memoria fotográfica, y lo dejé apagarse a ver si una buena siesta lo devolvía a su ser y Satán abandonaba sus circuitos.
Y os preguntaréis con razón ¿Qué coño tiene que ver esto con un viudo con hijos? Uno no, varios, pero ya voy llegando. ¡Un poco de tranquilidad!
Hacía poco que había sacado mi primera novela, que por cierto deberíais comprar porque es fantástica y divertida según mis amigos, y andaba yo mirando el Facebook y la web como si me pagaran por ello. Entonces empezó la avalancha: ¡MÁS DE CIEN SOLICITUDES DE AMISTAD!
Ingenua de mí pensé que ya lo había conseguido: Era una escritora famosa a la que todos querían conocer. Pues no, resulta que en ese ratito en el que mi móvil vivió la vida loca, me apuntó a algún sitio en el que declaro que necesito amiguisssss.
Después de SEIS MESES no he encontrado el lugar en el que parar la avalancha de peña queriendo ser mi muy mejor amiga. Al principio, en una orgía de «voy a hacer muchos conocidos para promocionarme y eso», les daba a todos que sí, que claro que sí. Pero ya no lo hago ¿por qué? os preguntaréis ansiosos, ¿se habrá vuelto tímida? no majos y majas que estáis leyendo esto: ES POR LOS VIUDOS.
De vez en cuando algunO, porque siempre son tíos, me escribe por el messenger del Facebook y entre gente normal (¡vaya usted a saber qué es ser normal!), me aparecen hombres que me preguntan de dónde soy y lo siguiente que hacen es contarme que son VIUDOS CON DOS HIJOS, no uno ni tres: DOS. Encima los hay de Australia de Alemania y del Congo Belga.
Según he leído por ahí no es que sea un imán para guiris viudos buenorros, resulta que hay mucha estafa encubierta y así dan más pena o algo.
¡Pues como me pidan pasta lo más que van a sacar es para unos Risketos!
Pues toooodo este rollo para contaros que desconfiéis de los viudos de entre 45 y 55 con todo el pelo y sin tripa. El resto ¡habilidad libre chicas y chicos! Y si alguien sabe cómo desapuntarme de la lista donde te pones si necesitas compañía que me lo diga, porque sólo me falta mirar en la DarkWeb, y como te descuides ahí los viudos tienen 4 hijos de 5 mujeres diferentes.
Seguimoooossss.